Estamos quedando en manos de la Organización de Estados Americanos (OEA) en el actual proceso electoral, incluyendo los comicios municipales del 15 de marzo y los presidenciales y congresuales del 17 de mayo. Y es probable que también en una eventual segunda vuelta en junio.
En sus manos está la auditoría a los equipos del voto automatizado y el informe de lo que sucedió y que conllevó a la suspensión de las elecciones del 16 de febrero.
Igual estamos poniendo en sus manos la supervisión de las elecciones, con los privilegios y las inmunidades a sus observadores, como quienes tienen la última palabra. En esas circunstancias, sus decisiones serán vinculantes.
Los actores se han rendido y ojalá salgamos bien.
Por Persio Maldonado
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